Si vas a Francia recuerda que no todo es París. Que el extenso país galo guarda sorpresas en cada rincón y que sus orgullosos habitantes cuidan cada milímetro y exhiben sus maravillas sin ningún pudor.
Hoy os enseño cuatro lugares que me conquistaron durante el año que viví en el país vecino, olvidando, por un momento, su famosa capital y avivando la guerra entre parisinos y franceses.
Foto de Imnotonly
1. Bordeaux, capital de Aquitania, tierra de vinos, es una ciudad armoniosa con mucho que ver. Desde sus construcciones de estilo art déco o su teatro a su promenade por el río Garonne. No os olvidéis de pasar por la Plaza de la Bolsa y observar su miroir d'eau. Este espejo elaborado con una fina capa de agua refresca en los días más calurosos y refleja los magníficos edificios en la noche.
Además, podéis visitar la Duna de Pilat (en la Bahía de Arcachon), la más alta del continente europeo o pueblos vinícolas como Saint-Émilion, Patrimonio de la Humanidad, donde podréis tomar un vino de la tierra y visitar sus más que impresionantes monumentos subterráneos.
No os vayáis sin probar los Canelés de Bordeaux, unos pequeños bizcochos típicos de la zona.
Foto de Imnotonly
2. Visitar el Mont Saint Michel es como entrar en un cuento. Situado en Normandía, es uno de los monumentos más visitados de Francia. Cuesta creer que algo tan peculiar exista en realidad. Coronado por la Abadía del arcángel San Miguel, el pueblo ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Para ir, es mejor llevar estudiadas las mareas, ya que cuando el nivel del mar sube, el Mont Saint Michel se convierte en una isla. Un viaje a otra época que se ha de coronar con una comida en La Mére Poulard con sus famosas (y caras) tortillas.
Chambord. Foto de Cycling Loire
3. Tengo debilidad por la zona de Les Chateaux de La Loire. Angers, ciudad que me acogió durante mi periplo francés, forma parte de esta ruta de más de 20 castillos. Chenonceau, Chambord, Azay-le-Rideau o Amboise están entre los más conocidos. Un paseo entre jardines franceses y construcciones de impresión que te transportan a la época de grandes reyes, reinas y sus anécdotas.
No os perdáis las ciudades de Nantes, Tours y Orléans. Tampoco os podéis ir sin probar sus vinos (sobre todo los blancos) y chocolates, como los Quernons d'Ardoise, unos bombones de chocolate azul exclusivos de la confitería La Petite Marquise, en Angers.
No os perdáis las ciudades de Nantes, Tours y Orléans. Tampoco os podéis ir sin probar sus vinos (sobre todo los blancos) y chocolates, como los Quernons d'Ardoise, unos bombones de chocolate azul exclusivos de la confitería La Petite Marquise, en Angers.
Foto de Imnotonly
4. Nada más llegar a Estrasburgo notas la influencia alemana. Y es que la capital de la Alsacia está tan sólo separada del país vecino por el río Rhin. Sus casas con vigas de madera, su comida (¡no me fui sin probar un auténtico choucroute!), su mercado de Navidad (aún quedaban adornos cuando la visité en enero) hacen que su centro histórico sea mágico. Ciudad de comercio, de tranvía, de instituciones europeas y de contrastes. Vale la pena esperar a ver en funcionamiento su reloj astronómico, alojado en la Catedral.
Muy cerquita de Estrasburgo se encuentra Colmar, un pueblo con casas multicolor entre canales al que llaman La Pequeña Venecia. Aquí nació el escultor Frédéric Auguste Bartholdi, creador de la Estatua de la Libertad, cuya obra se aprecia en todos los espacios de esta pequeña villa.
Nota: Como la memoria a veces no acompaña del todo, he dejado en el olvido direcciones y quizás me equivoque en algún dato. También las fotos, por aquel entonces, no estaban hechas con la réflex, pero algo he podido salvar ;)) Además, todos los viajes fueron en invierno, de ahí los cielos nublados, aunque también, que hubiese menos turistas.
Muy cerquita de Estrasburgo se encuentra Colmar, un pueblo con casas multicolor entre canales al que llaman La Pequeña Venecia. Aquí nació el escultor Frédéric Auguste Bartholdi, creador de la Estatua de la Libertad, cuya obra se aprecia en todos los espacios de esta pequeña villa.
Vosotros, ¿qué lugares recomendaríais, fuera de París, en Francia?
Nota: Como la memoria a veces no acompaña del todo, he dejado en el olvido direcciones y quizás me equivoque en algún dato. También las fotos, por aquel entonces, no estaban hechas con la réflex, pero algo he podido salvar ;)) Además, todos los viajes fueron en invierno, de ahí los cielos nublados, aunque también, que hubiese menos turistas.
Hola INO,
ResponderEliminarPues soy una auténtica enamorada de nuestro país vecino; por motivos de trabajo, París me ha acogido en mas de una ocasión y reconozco que nunca me aburro... siempre tiene un "je ne sais quoi" que me encanta.
Estuve en Villefranche-sur-Mer, pequeño pueblo costero "absolutamente precioso" entre Niza y Mónaco que seguro te recordaría algún pueblecito costero de Asturias (yo soy gallega).
Tengo pendiente Burdeos y la zona de la Provenza y la costa y...
En fin, que si por mi fuese, me pasaría todas mis vacaciones en Francia.
Tus fotos son preciosas y me apunto tus indicaciones.
Un abrazo
La Provenza es otro de mis sitios pendientes ;)) Burdeos, por lo menos desde Asturias, está a 6 horas, así que es factible hacerlo en coche y moverte desde allí. Un beso!
Eliminar¡Hola! Muchas gracias por las recomendaciones. Me encantaría ver los castillos del Loira. Al vivir en Barcelona, lo que más conozco es el sur de Francia, porque nos plantamos allí en unas cuantas horas en coche. Me apunto tus ideas, me quedan por ver muchísimas cosas, como Burdeos o Alsacia. Merci!!!!!
ResponderEliminarEs de las pocas ciudades de Francia que conozco y me parece una maravilla, no conozco Paris a si que no pedo comparar.
ResponderEliminar.
Besos
Raquel
.
Jo yo no conozco na....cada vez me gusta más tu blog!
ResponderEliminarun besote y buen fin de semana!
Ana, me ha encantado la entrada y me ha recordado que tengoque volver a la tierra de Molière.
ResponderEliminarAunque las fotos no sean perfectas son más que ilustrativas y los recuerdos de los sitios son una delicia, contados por tí.
Desde luego me apunto a volver y a probar esas exquisiteces.
Mi sobrina estuvo hace poco el Colmar y volvíó entusiasmada.
Besos
http://elcaprichodemarqueza.blogspot.com.es
Ummm, nunca he estado fuera de Paris y Disney, lo típico, esto que recomiendas tiene una pinta bárbara, este año que viene voy a ir con el barco que sale de Gijón, me queda todo esto cerca?? es que no se que distancias hay entre uno y otro, llamame inculta, jjeje, besin
ResponderEliminar¡Hola guapa! Pues si no recuerdo mal el barco llega a St Nazaire, que está cerquísima de Nantes. Y Nantes está en la ruta de los Castillos del Loira. Además desde aquí puedes ver Bretaña, que es preciosa, con pueblitos como Concarneau, los faros, las playas de arena rosa, Rennes... Y luego, en el Norte, está Saint-Malo y pegadito el Mont Saint Michel :) Allí tienen sidra también, jeje, y las galettes, que son como crêpes saladas. Bordeaux te queda más al Sur (desde Asturias se puede ir bien en coche) y Estrasburgo ya está un poco alejado. Es un viaje precioso. ¡Un beso!
Eliminargracias Ana! o sea, que desde st Nazaire lo mejor es hacer la bretaña y los castillos no?? para no morir en el intento con tantas horas de coche. Pues asi haremos, ya te contaré. Muacks
EliminarViví dos años en ese país, le tengo mucho cariño a pesar de que la gente diga de todo de los franceses, y eso que he seguido trabajando con ellos hasta hace bien poco jejeje
ResponderEliminarTienes razón, hay vida más allá de París.
ResponderEliminarLa Provenza es uno de los destinos q no me quiero perder pero, estoy planeando viajar a París en Navidad, cruzo los dedos para q los planes salgan bien
Yo no me canso de recomendar la Isla de Ré (muy cerca de La Rochelle). Toda ella preciosa y con el tamaño justo para recorrerla en bici.
ResponderEliminarEs difícil quedarse con un sitio. Yo estuve en La Rochelle (fuimos a ver el acuario y el Fort Boyard) y de pasada la Isla de Ré, ¡quedarse allí tiene que ser increíble! Un beso.
Eliminar