Granja Petitbo - Passeig Sant Joan, 82
Granja Petitbo es uno de esos locales a los que todo el mundo quiere ir en Barcelona. Una antigua vaquería reconvertida en restaurante non-stop con desayunos, brunchs, comidas, meriendas y cenas. Por supuesto, llama la atención su decoración industrial, con esos deliciosos sofás de cuero gastado, las lámparas que caen de los altos techos y la utilización recurrente de la madera. Me encanta la serie de pájaros que cuelga de sus desconchadas paredes y ese viejo mapamundi tan fotografiable.
Nuestra primera aproximación a Granja Petitbo fue en formato brunch. La carta, aunque no muy extensa, tiene todo lo necesario para hacerte dudar por un instante entre dulce o salado. Tortitas, carrot cake, croissant o pan de plátano. Huevos poché, revueltos o benedict (¡buenísimos con salmón ahumado!). Entre otras sugerencias que se mezclan con zumos naturales que van desde el clásico de naranja a mezclas con manzana, apio, pepino y jengibre.
En la carta de comidas mucha cocina internacional con ingredientes orgánicos y ecológicos. Un local que gana por su posición esquinada con grandes ventanales y una perfecta iluminación.
Costumbres importadas a las que no puedo hacerles un feo, ¿sois de los que se mueren por un buen desayuno?
Es perfecto este sitio Ana!!! Que ganas tengo de ir a Barcelona...
ResponderEliminarAna que sitio! tiene esencia, historia, encanto...es una pasada! veo que cada semana vas descubriendo un rincón nuevo de Barcelona. Espero que los tengas apuntados todos para cuando pueda escaparme que me des algunas recomendaciones. un besito!
ResponderEliminarPues si! Y además de ir a tomarlo por un sitio como este! ;)
ResponderEliminar¡Me encanta ese sitio!
ResponderEliminarmmm...parece todo delicioso. yo sí... sin desayuno no voy a ningún lado y los brunch me encantan :))
ResponderEliminarmorir si, por un buen desayuno así y en un sitio tan chulo como ese! los huevos con salmón que pinta más buena tienen, a estas horas esto es mortal!
ResponderEliminarAna,
ResponderEliminarYo por el desayuno...soy capaz de cualquier cosa. ¿El brunch? Me pierde, y la última vez que pude disfrutar de uno en condiciones (con huevos Benedictine y todo) fue en Lisboa, en un sitio precioso.
Este sitio me parece precioso y muy apetecible.
Un abrazo
Veo que el sitio tiene éxito y por lo que cuentas, no tiene nada de extraño.
ResponderEliminarLa pinta es de lo más agradable y la carta del todo apetecible. Con esos ingredientes de base es imposible que no te sientas bien, así que aprovecha la antigua vaquería que merece la pena.
Besos