14.1.15

GIRONA


Escaparse un fin de semana a Girona. Caminar, perderse y disfrutar sin importar muy bien a dónde ir ni cuándo llegar. El barrio judío, las murallas, las calles de piedra, los baños árabes o las casas de colores sobre el río Onyar.

Pasear con la sensación de encontrar otro rincón favorito a la vuelta de la esquina. Como La Carpa, una pequeña tienda de juguetes antiguos que nos enamoró nada más verla. O tomarse un helado (de manzana asada, yo; de Panettone, él) en pleno diciembre en Rocambolesc, la heladería de Jordi Roca que bien merece la parada. Para impregnarnos totalmente del ambientillo gastronómico de la ciudad, nos acercamos a Cúrcuma, un restaurante escondido con menú degustación, todo a base de tapas.

Volvimos encantados por Girona. Por lo bien que sientan las escapadas de fin de semana. Por viajar, aunque sea cerca.




5 comentarios:

  1. Guauu que bonita es Girona.
    Me ha encantado conocerla con tus fotos, muy bonitas.
    Un beso gordo

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  2. Que bonito se ve! Como siempre tus fotos son geniales, transmiten mucho😊😊
    Y sí, las escapadas, sientan fenomenal....

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  3. Qué maravilla de fotos!

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  4. Ana,
    Me ha encantado todo y me apunto los gastro-places para comer...eso sí, lo que más me ha gustado ha sido esa mochila "Fjallraven KanKen" a la que le tengo el ojo echado desde hace años...¡me encanta tu look!
    Un abrazo

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