21.7.15

PALS. Costa Brava


A Pals nos escapamos un fin de semana de mayo, con la idea de poder disfrutar del paseo sin los síntomas del turista de verano. Y, aunque había más curiosos como nosotros, pudimos caminar tranquilamente por las calles de este pueblo medieval del Bajo Ampurdán, en la Costa Brava de Girona. Sorprendentemente bonito el contraste de la piedra y el verde intenso de las plantas que envuelven a Pals. Todo, como acostumbra a pasar en la Costa Brava, tan bien cuidado y conservado.

Perfecto para pasar la mañana y por la tarde acercarte a comer a una de las múltiples calas de la cercana Begur, como las de Fornells, y dar una paseo por el camino de ronda de la costa y descubrir la platja Fonda. Todo un privilegio cuando la zona aún está vacía y te hace sentir muy lejos de la ruidosa Barcelona.

Un primer baño en un día caluroso de mayo en las todavía frías aguas de la Costa Brava, ¿os apetece el plan?


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