Huella Indiana

Después de lluvias, inundaciones y desbordamientos, el tiempo asturiano nos dio un respiro. La llegada del verano, en este fin de semana pasado, hizo su aparición a modo de pequeño aperitivo para que poco a poco fuésemos saliendo de nuestras guaridas y empezásemos a poner todo en orden.
El pueblo de Colombres, en el concejo de Ribadedeva, me pareció más que apropiado para empezar a disfrutar del sol. Y es que esta pequeña aldea, al límite con la Comunidad Cántabra, fue transformada años atrás por una arquitectura que nada tiene que ver con la rural.
Las casonas indianas, símbolo del enriquecimiento de sus propietarios en la Américas, convierten a esta pequeña localidad en un entorno digno de ser visitado.
Aunque seguramente me faltasen por ver algunos de los Palecetes, os dejo una muestra de la huella que dejó la arquitectura indiana a su paso por tierras astures.

Aunque se recomienda empezar el recorrido por la plaza del pueblo, yo no lo hice y ésta fue la primera que me encontré: Las Raucas. En 2008, por cesión de la familia propietaria, se convirtió en el primer centro de interpretación de la arquitectura indiana en Asturias

Fachadas imponentes, exóticas y coloridas. Grandes y cuidados jardines. Altas murallas con trabajados forjados.

La Casa de Piedra es ahora el Centro Cultural y la Biblioteca de Colombres. Aunque muchas tienen hoy en día usos públicos, otras muchas, como la Casa Roja (adivinad de qué color es...), pertenecen a particulares.

Este símbolo ubicado cerca de cada Casona, nos marcará los puntos de interés. Siempre acompañado por algunos textos con datos históricos.

¿Pasar? Creo que he visto muchas películas de miedo...

Detalles de otra época. La primera casa, La Casona en la plaza, data de 1877.

En la Plaza, justo en frente del Ayuntamiento, tenemos uno de los edificios más imponentes: La Quinta Guadalupe.

La Casa, construida por el emigrante asturiano Íñigo Noriega, data de 1906 y lleva el nombre de su mujer. Hoy en día, está ocupada por el Archivo Indiano (se dedica al estudio de la emigración sobretodo a América en los siglos XIX y XX)

Toda buena casa indiana tiene su palmera. También las torres como símbolo del ascenso social.

Jardines trabajados, con fuentes, plantas exóticas y cuidados paseos.

Y os presento a la dueña de la casa...;) La verdad es que ni siquiera pude entrar (¡mirad bien los horarios si os acercáis!) Dentro tienen una muestra del mobiliario...las habitaciones y vistas en sí deben de merecer la pena.

¿La parte negativa? Me imagino los esfuerzos económicos que supondrá mantener este tipo de casas. Aunque he visto alguna más deteriorada, en general, chapeau!

Desde mi jardín os despido ;)

¿Os gusta la arquitectura antigua? ¿Visitar castillos y grandes palacios? ¿Qué os parece un pueblo con semejantes "casas"?